¡Algunas personas saben que quieren educar a sus hijos como bilingües incluso antes de concebirlos! Antes de que naciera mi primer hijo, tomé la firme decisión de educarlo desde el trilingüismo. No fue una elección fácil. Estaba seguro de que es posible educar a un niño bilingüe, pero a mi mujer y a mí nos daba reparo que tres lenguas fueran demasiado. Hoy, quiero compartir mi experiencia hasta el momento y proporcionarte las mejores estrategias y beneficios de ser bilingüe (o trilingüe).

educar niños bilingües

 

 

Educar a un niño bilingüe: Mi Experiencia (Vídeo + Transcripción)

Antes de nada, me gustaría compartir mi experiencia con mi hijo Noa. Puedes ver el siguiente vídeo o leer la transcripción:

El vídeo está en inglés pero puedes activar los subtítulos en otro idioma en la rueda de ajustes (abajo a la derecha):

 

 

Experiencia personal: Educar a un niño trilingüe 

Inicios en la educación trilingüe

Hasta que tenía 2 años, los profesores de la guardería de mi hijo estaban bastante preocupados por sus capacidades para hablar. En comparación con otros niños de la clase, no hablaba mucho.

Su vocabulario estaba mucho menos desarrollado y, mientras muchos de sus compañeros estaban ya construyendo frases, él aún se encontraba en el nivel del grupo de palabras como «Papá, cama» en lugar de decir «Papá está en la cama».

Muchas veces tuve que tranquilizarles diciéndoles que para un niño trilingüe o bilingüe, este pequeño retraso era absolutamente normal.

Estaba seguro de ello gracias a:

  • los muchos libros que había leído sobre el tema,
  • las conversaciones que había mantenido con personas que habían crecido como bilingües y otros padres,
  • los consejos de expertos que había leído,
  • y los espectaculares progresos que observé durante sus dos primeros años de vida.

Resultados de la educación trilingüe (tres años después)

Hoy, en el momento de grabar este vídeo, Noa es un maravilloso trilingüe de casi tres años de edad. Puede construir frases bastante largas, entiende instrucciones complejas y es capaz de cambiar del francés al italiano y al rumano sin la más mínima dificultad.

He querido grabar este vídeo porque tienes que saber que criar niños multilingües no siempre es fácil. Así que, si eliges este camino, habrá obstáculos y dificultades, pero, créeme, vale la pena, y te lo agradecerán más adelante.

Así que estoy muy feliz de poder compartir lo que he aprendido sobre el tema leyendo muchos libros y artículos, hablando con otros padres y niños bilingües y, por supuesto, de mi propia experiencia. Vamos a empezar con mi primer consejo:

Consejos para educar niños bilingües o multilingües

1. Sé claro sobre tu motivación y objetivos para educar a un niño multilingüe

Para hacer el proceso más fácil tanto tu pareja como para tu hijo, tienes que ser claro sobre lo que te motiva y tu objetivo.

En mi caso, era sencillamente inconcebible que mi hijo no hablara italiano, que no es sólo mi lengua materna sino un idioma que significa mucho para mí. Lo asocio a mi familia, al país donde crecí y a una cultura que amo.

Así que quiero que tenga una verdadera conexión con Italia y sienta esta cultura como propia. De modo que mis motivos son bastante fuertes. ¿Lo son los tuyos?

También tienes que ser claro sobre tus objetivos:

  • ¿Quieres que tus hijos sean completamente bilingües o trilingües?
  • ¿Quieres que tengan un buen nivel de la lengua (no como un nativo, pero capaz de comunicarse)?
  • ¿Quieres que conozcan algunas palabras y frases básicas en el idioma?

Tu respuesta a estas preguntas lo cambiará todo y resultará en diferentes métodos y cantidades de esfuerzo de tu parte.

En mi caso, es fácil: quiero que sea un hablante nativo de italiano y tenga un perfecto dominio del idioma.

 

2. Elige una estrategia precisa

Hay muchas estrategias diferentes para educar a un niño bilingüe o trilingüe. En mi caso, escogí el famoso enfoque OPOL, que se basa en «One Parent One Language» (Un progenitor una lengua).

Consiste en una regla bastante sencilla: cada progenitor debe hablar SIEMPRE con el niño en una lengua diferente de la del otro padre. En mi caso, siempre hablo en mi italiano materno con mi hijo, mientras que mujer sólo le habla en rumano, su lengua materna.

El objetivo aquí es ayudar al niño a hacer una asociación entre un idioma y un progenitor. De esta forma, él sabe que debe usar lenguas distintas en función del progenitor al que se dirige.

En el caso de mi hijo, Noa, esta asociación es tan fuerte que no sólo usa siempre el italiano cuando habla conmigo, sino que, cuando quiere aprender una palabra nueva, me pregunta «Come dice papa?», que significa «¿Cómo dice Papá esto?». Y lo mismo hace con la lengua de su madre

Las ventajas de esta estrategia son que es muy clara para el niño, que puedes ponerla fácilmente en práctica y genera mucha exposición, especialmente si ambos progenitores pasan una cantidad de tiempo similar con el niño.

 

3. Manténte fiel a la estrategia escogida, incluso si resulta complicada o asusta

Nuestra situación es un poco más complicada que la de la mayoría de familias bilingües, ya que vivimos en Francia, y uno de los problemas de la estrategia OPOL es que es complicado respetar esta norma fuera de casa.

He observado que a algunas personas no les gusta que la gente use un idioma que ellos no conocen delante de ellos. La tentación en estos casos sería hacer una excepción con estas personas. Yo no lo hago. Quiero tanto que mi hijo hable italiano que ignoro la presión social y le hablo en italiano incluso delante de otros.

Otro problema frecuente es cuando la gente te asusta con consejos que no has pedido. Profesores, médicos, amigos, parientes… pueden no entender lo que haces y hacerte dudar de ti mismo, especialmente cuando tu hijo parece diferente de los demás. Toma el ejemplo de los profesores de la guardería que señalaban repetidamente que mi hijo no tenía la misma capacidad de habla que los otros niños.

Mi consejo es que no les escuches y sólo tengas en cuenta la opinión de expertos. Si tienes dudas, lee tantos libros y artículos como puedas sobre el tema y verás como tantos padres diciendo lo que dicen los expertos de verdad anima.

Así que, manténte fiel a tu opción y no te rindas. ¡Tú sabes lo que es mejor para tu hijo!

 

4. Expón mucho a tu hijo a la lengua minoritaria

Para explicar este consejo, déjame definir el concepto de lengua minoritaria. Adam Beck, autor del libro «Maximize Your Child’s Bilingual Ability» (Maximiza las Habilidades Bilingües de tu Hijo), es americano, casado con una japonesa y vive en Japón. En este caso, es obvio que el inglés podría convertirse fácilmente en la lengua minoritaria para sus hijos, porque el japonés no sólo lo usa su esposa (y la mujeres tienden a pasar más tiempo con sus hijos), sino que también es el idioma usado fuera de casa. En el libro, Beck explica cuánto esfuerzo hizo para exponer a sus hijos al inglés para que fueran bilingües.

Éste es un consejo clave, no cometas errores o pienses que como los niños son como esponjas automáticamente aprenderán o querrán hablar la lengua minoritaria.

Muchos expertos dicen que los niños tienen que ser expuestos al idioma al menos el 20% de su tiempo productivo o 15 horas a la semana.

Mis dos recomendaciones clave son:

  • Empezar muy temprano, incluso cuando el bebé está todavía en la barriga de la madre.
  • Pasar tanto tiempo de calidad como sea posible con tus hijos.

En mi caso, aunque esté con mi hijo menos que mi mujer, me aseguro de leerle cuentos en italiano cada día. Hablamos y jugamos juntos al menos una hora al día, y le dedico los fines de semana.

 

5. Fomenta el deseo de tu hijo de ser bilingüe/trilingüe

Éste es probablemente el consejo más valioso que te puedo dar. Si realmente quieres que tus hijos sean bilingües, asegúrate de que ellos quieran serlo.

Deja que te ponga algunos ejemplos. Puede que un niño quiera hablar la lengua minoritaria para:

  • Comunicarse con sus abuelos.
  • Tener una especie de lenguaje secreto para comunicarse con sus padres/hermanos.
  • Simplemente porque le has enseñado las ventajas del idioma.
  • Para sentirse especial en comparación a sus compañeros.

Se trate de un motivo emocional o racional, es de vital importancia crear y alimentar este deseo de hablar más idiomas.

 

Razones para educar a un niño bilingüe

bilingüismo

Para muchas personas es obvio. Pero, como es de gran importancia tener motivaciones fuertes si quieres educar a un niño bilingüe, he pensado que sería buena idea hacer una pequeña lista:

Y hay muchas más razones para hacer que tu hijo crezca en el bilingüismo. Incluso grabé un vídeo en su momento sobre los beneficios de ser bilingüe.

También hemos publicado muchos artículos sobre el tema. Si necesitas una dosis de motivación, puedes echar un vistazo a esta selección:

4 Estrategias para educar a un niño bilingüe

En mi vídeo, he presentado una de las cuatro estrategias posibles para educar niños desde el bilingüismo. Compáralas y escoge la que mejor se adapte a tu situación.

1. One Parent-One Language (OPOL) – Un progenitor una lengua

Como explico en el vídeo, cada progenitor tiene que dirigirse SIEMPRE al niño en una lengua diferente. Es la estrategia que yo he escogido y la recomiendo a cualquiera que quiera educar a un niño bilingüe. Las ventajas de esta estrategia son:

  1. Es muy clara para el niño.
  2. Es fácil de poner en práctica (especialmente si cada padre habla/enseña su propia lengua materna).
  3. Hace que el niño esté muy expuesto a cada idioma, especialmente si los dos progenitores pasan una cantidad de tiempo similar con su hijo.

En cuanto a las desventajas de la estrategia OPOL:

  1. Puede ser complicado mantenerse fiel a las reglas de la OPOL, en particular fuera de casa. Algunas personas se sienten incómodas si se habla una lengua que no conocen enfrente de ellos.
  2. Las competencias del niño en la lengua minoritaria pueden verse menoscabadas por falta de exposición. Esto pasa con frecuencia en el caso de la lengua materna del padre. Los niños tienden a pasar más tiempo con sus madres, sobre todo durante los primeros años (aunque las cosas estén cambiando). Evita este riesgo haciendo que tu hijo pase al menos 15 horas a la semana expuesto a cada idioma.

Cómo llevar conversaciones familiares con la estrategia OPOL

Una pregunta que me hacen mucho es «¿Cómo mantenéis conversaciones los tres juntos con las estrategia OPOL?«. La mejor solución que yo he encontrado es tener una estrategia de alternancia de lenguas.

Empiezo a hablar con mi hijo en italiano, que me responde en italiano. Luego, él le pregunta algo a su madre en rumano, y ella continúa en rumano. Si ella quiere decirme algo a mí, lo hace en rumano (idioma que entiendo y hablo), pero le respondo en italiano. De modo que el niño va cambiando de lengua en función de con quién quiere hablar y los padres nos mantenemos fieles a la regla de un idioma por progenitor.

2. Minority Language at Home (ML@H) – Lengua minoritaria en casa

En este caso, ambos progenitores hablan sólo en la lengua minoritaria en el hogar. Es una opción muy frecuente entre padres que comparten la misma lengua materna. Por ejemplo, una pareja de padres españoles que viva en el Reino Unido podría escoger educar a su hijo en el bilingüismo usando siempre el español en casa y el inglés en los lugares públicos. Si los padres son bilingües, tenderán a hablar la lengua minoritaria en casa.

Nosotros consideramos esta opción cuando pensábamos en enseñarle sólo italiano a nuestro hijo. Mi mujer habla perfectamente italiano, así que hubiera sido fácil ayudar a nuestro hijo a asociar el italiano con el hogar. Pero esta opción es más complicada en el caso de niños trilingües.

Veamos las ventajas de esta estrategia:

  • Aporta mucha exposición a la lengua minoritaria (los niños pequeños pasan mucho tiempo en casa).
  • Si tienes más de un hijo, la regla puede aplicarse entre hermanos. De hecho, estoy considerando usarla en el momento en que Noa tenga un hermanito (muy pronto). En lugar de dejar que ellos mismos escojan la lengua que quieren hablar entre ellos, les aconsejaré usar el italiano en casa y el francés fuera.

Los principales inconvenientes de este método son:

  • No puede aplicarse si uno de los dos progenitores no habla la lengua principal (tendrá que usar la lengua minoritaria incluso fuera de casa).
  • La asociación «una lengua = un lugar» puede ser menos efectiva que la de «una lengua = una persona».
  • Para algunos niños, tener que hablar con sus padres en dos idiomas diferentes (uno en casa, otro en los espacios públicos) puede resultar incómodo.

Pero, según Margaret Deuchar, autora del la obra  “Bilingual Acquisition: Theoretical Implications of a Case Study”, los niños son perfectamente capaces de usar un lugar en vez de una persona como referencia para regular la elección del idioma, y no tienen problemas en hablar lenguas distintas con la misma persona en función del contexto.

3. Time and Place (T&P) – Tiempo y lugar

Otra manera de educar a un niño bilingüe es la llamada estrategia de «Tiempo y lugar». Consiste en usar idiomas diferentes en distintos momentos y espacios. Es una especie de mezcla de las dos estrategias anteriores. Por ejemplo, una familia podría usar la regla OPOL durante la semana y la estrategia ML@H los fines de semana.

Las ventajas son:

  • Aporta más variedad y flexibilidad a las familias bilingües.
  • La familias evitan situaciones sociales incómodas cuando se rodean de personas que hablan otro idioma (por ejemplo, cuando se visitan amigos o familiares).

En cuanto a las desventajas:

  • Es confusa, especialmente a edades tempranas. Lo que he podido observar con mi hijo es que los niños necesitan reglas muy específicas, y la ambigüedad les confunde. Por eso no soy un gran fan de esta estrategia. Éste es un gran inconveniente pero, como siempre, hay que probarlo para estar seguro. Nosotros la descartamos porque nos pareció arriesgada.

4. Mixed Language Policy (MLP) – Política de mezcla de idiomas

En este caso, los padres usan la lengua más apropiada para cada tema o situación. El hablante es el que normalmente decide qué lengua usar en función de la situación. Puede que tu hijo escoja hablar del colegio en la lengua mayoritaria (porque es la lengua que habla allí) y la lengua minoritaria para temas más relacionados con la familia.

Desde mi punto de vista, este enfoque confía demasiado en la suerte y el azar. Existen muchos riesgos para la lengua minoritaria, de modo que si, como para mí, educar a tu hijo como bilingüe o trilingüe es de verdad importante, te recomiendo que no hagas de esta técnica tu estrategia principal. Sencillamente, tiene demasiados inconvenientes en comparación con las ventajas que puede ofrecer.

¿Qué estrategia de bilingüismo deberías escoger?

niños bilingües

Como puedes ver, hay distintas maneras de educar a un niño multilingüe. Y no hay una sola que sea la «correcta». En función de tu situación, la que a mí me funciona con mi familia puede que no te funcione a ti con la tuya. Sin ponernos a repasar cada escenario posible, permite que te dé mis recomendaciones: la dos estrategias más comunes.

  • Progenitores que comparten la misma lengua materna, viven en el extranjero y quieren educar a su hijo en el bilingüismo (ej. dos italianos viviendo en EE.UU.): cualquiera de las 3 primeras estrategias mencionadas más arriba podría funcionar, porque existen menos riesgos para la lengua minoritaria. Personalmente, recomiendo la estrategia OPOL (especialmente para niños que vayan a ser trilingües en el futuro) o la ML@H.
  • Progenitores que no comparten la misma lengua materna, viven en el país de uno de ellos y quieren educar a su hijo en el bilingüismo (ej. un español y un italiano viviendo en España): sin duda me inclinaría por la estrategia OPOL en este caso. Ya que la influencia de una de las dos lenguas será muy potente (hablada fuera de casa y por uno de los padres) y habrá que tener especial cuidado para proteger la lengua minoritaria (hablada por el otro progenitor).

Soy consciente de que no es una elección fácil y de que cada familia es diferente. En caso de dudas, creo que (siempre que sea posible) la estrategia OPOL es la opción más segura.

Mezclar estrategias: un interesante ejemplo de mezcla de estrategias por parte de un miembro de nuestro equipo

En cualquier caso, recuerda que también puedes combinar estas estrategias en función de tus necesidadesBuen ejemplo de ello es el caso de uno de los miembros de nuestro equipo. Además de nuestro cofundador, en MosaLingua tenemos otro “Samuel”, que es británico pero vive en Rumanía. Samuel adoptó la estrategia OPOL con su familia. Habla en francés con sus hijos, ya que vivió en Francia durante mucho tiempo. Su mujer les habla en inglés ya que, aunque es rumana, habla un perfecto inglés.

Pero cuando se dieron cuenta de que a sus hijos les resultaba incómodo tener que hablar con ellos en la lengua mayoritaria (rumano) en público, decidieron introducir el método «Tiempo y lugar». En el baño, especialmente por la noche a la hora del baño de los niños, ¡todos debían hablar rumano!

Y como a Samuel le encantan los idiomas (habla cinco lenguas), ahora utiliza la política de mezcla de idiomas para enseñar a sus hijos español. Cuando juegan a juegos como Uno, todo el mundo habla en español. Me contó que no sólo funciona, ¡sino que además es muy divertido!

Para resumir, Samuel usa:

  • OPOL como estrategia principal.
  • «Tiempo y lugar» por las noches para ayudar a sus hijos a acostumbrarse a usar la lengua mayoritaria con sus padres.
  • La política de mezcla de idiomas para enseñarles español mientras juegan.

Cómo educar a un niño bilingüe en un entorno monolingüe

niños bilingües

Cuando leí el libro «Raising a Bilingual Child» (que recomiendo encarecidamente), me sorprendió mucho descubrir muchas historias de padres que querían educar a un niño desde el bilingüismo en un entorno/hogar monolingüe. Puede parecer extraño que alguien quiera educar a sus hijos en un idioma que no es el suyo propio. Pero mucha gente en todo el mundo quiere enseñar a sus hijos idiomas que no son el de ninguno de los dos padres. Un caso que recuerdo bastante bien es el de un australiano que había estudiado en Alemania durante un año y decidió educar a su hijo como bilingüe (inglés y alemán). Debo decir que le admiro. No me resultaría nada fácil hablarle a mi hijo en un idioma que no es ni mi lengua materna ni la lengua del país en que residimos (en español, por ejemplo).

Dicho esto, conozco algunas familias en las que este método ha resultado muy bien. En Rumanía, se ha puesto bastante de moda usar el inglés como segunda lengua en el hogar. También se describen varios casos de éxito en el libro que he mencionado más arriba.

Por supuesto, existen algunos requisitos si se quiere emprender este camino:

  • Tienes que dominar bien la lengua que quieres enseñar a tus hijos. Por lo menos, recomiendo un nivel intermedio, para que no te sientas limitado o frustrado al usar y enseñar el idioma.
  • Necesitas mucha motivación. Educar a un niño bilingüe ya es lo suficientemente duro de por sí (educarlos, en general, ya lo es realmente). Enseñarles una lengua que no es la tuya lo hace todavía más complicado.
  • Tu hijo tiene que entender por qué lo haces. Prepárate para preguntas que pueden ser fáciles de responder en tu lengua materna, pero no tanto en tu segunda lengua.

Si cumples con estos tres requisitos, ¡creo que enseñarle a tu hijo una lengua adicional es uno de los mejores regalos que puedes hacerle! Si estás por la labor, ¡te animo a intentarlo!

 

Los mejores libros sobre cómo educar a un niño bilingüe

He leído muchos libros sobre el fascinante tema de educar bebés multilingües, y quiero compartir contigo mis favoritos en esta lista (por orden de preferencia):

  1. Raising a Bilingual Child – Barbara Zurer Pearson
  2. Maximize Your Child’s Bilingual Ability: Ideas and Inspiration for Even Greater Success and Joy Raising Bilingual Kids – Adam Beck
  3. Be Bilingual – Practical Ideas for Multilingual Families – Annika Bourgogne
  4. The Bilingual Edge: Why, When, and How to Teach Your Child a Second Language – Harper Perennial
  5.  7 Steps to Raising a Bilingual Child – Naomi Steiner

Si sólo quieres leer uno, te recomiendo «Raising a Bilingual Child». Algunas de las ideas de las que hablo en este artículo salen de este libro (la 4 estrategias, por ejemplo). Me gusta el hecho de que hable de historias de gente real que lo ha intentado, ha fracasado (sí, a veces puede pasar) y ha tenido éxito.

Conclusiones

Educar a un niño bilingüe es un viaje extraordinario y emocionante. Como ya he dicho, regalarle a tu hijo una o varias lenguas adicionales es uno de los mejores regalos que le puedes hacer, por lo que de verdad te animo a hacerlo.

Habrá obstáculos y retos a lo largo del camino, pero si mantienes tus objetivos en mente y te recuerdas a ti mismo el increíble valor de las lenguas, ¡estoy seguro de que lo conseguirás!

Todavía tengo mucho más que decir sobre cómo educar niños bilingües, puesto que es un tema que me interesa y tiene un impacto directo en mi vida personal. Aunque este artículo es bastante extenso, puede que todavía te queden dudas o preguntas. De ser así, por favor, déjame un comentario más abajo y será un placer para mí compartir contigo más información sobre mi experiencia y conocimientos sobre el tema.