Aprender un idioma puede parecer… ¡una tarea infinita! Y muchas personas se desaniman cuando piensan en el tiempo que les podría llevar obtener resultados. Pero hoy vamos a ayudarte a ver las cosas de otra manera: te explicaremos cómo introducir cambios pequeños en tu vida cotidiana puede dar lugar a grandes progresos en tu aprendizaje de idiomas. ¡Es lo que se llama efecto compuesto!

el efecto compuesto aplicado a los idiomas

Descubre el efecto compuesto en vídeo

¿No tienes tiempo de leer el artículo? Hemos preparado una versión vídeo para los que tengáis más prisa. Pero, si dispones de un rato, te recomendamos que leas este artículo y después veas el vídeo.

En el vídeo, Luca explica más detalladamente el principio del efecto compuesto desarrollado por el autor Darren Hardy y, sobre todo, cómo aplicarlo al aprendizaje de idiomas. ¡Y es que este efecto compuesto podría ser la fuente de grandes progresos en tu aprendizaje! Ya puedes ver este vídeo sobre el efecto compuesto en YouTube o debajo de este párrafo. El vídeo está en inglés, pero puedes activar los subtítulos en español.

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¿Qué es el efecto compuesto?

¿Has oído hablar del efecto compuesto? En su célebre best seller que lleva el mismo título, Darren Hardy define el efecto compuesto cómo esas pequeñas decisiones inteligentes que se van acumulando poco a poco para dar lugar a grandes resultados. En esta obra, el autor aborda el tema a través de una simple fórmula que explica el funcionamiento del efecto compuesto:

Pequeñas decisiones inteligentes + Perseverancia + Tiempo = Cambios radicales

Y, bueno, podrías decir: «Vale, ¿pero cómo puede ayudarme esta ecuación a aprender un idioma?«. ¡Puede ayudarte mucho más de lo que crees!

Cómo aplicar el efecto compuesto al aprendizaje de un idioma

A menudo decimos que 10 minutos al día pueden ser suficientes para aprender una lengua. Todo el mundo, no importa lo ocupado/a que esté, puede encontrar diez minutos, ¿verdad? El problema es que muchas personas creen que diez minutos son muy poco tiempo para marcar una diferencia. Pero veamos qué pasa cuando estudias diez minutos al día durante 90 días.

10 minutos x 90 días = 900 minutos, lo que equivale a 15 horas.

Por supuesto, ¡nadie te obliga a parar a los 3 meses! Veamos qué pasaría si continuaras:

10 minutos x 180 días = 1800 minutos, lo que equivale a 30 horas de práctica.

Si estudiaras durante 6 meses, por supuesto, el tiempo de práctica se duplicaría. Y así sucesivamente. Podrías pensar que el impacto es escaso, pero 15, 30 o 60 horas dedicadas al estudio y a la práctica de una lengua pueden sin duda ayudarte a mejorar en gran medida tus competencias. Y, si estás aún más motivado, puedes estudiar 20 minutos al día y doblar el efecto compuesto:

  • 20 minutos x 90 días = 1800 minutos, lo cual corresponde a 30 horas, etc.
  • Entonces, volvamos a la famosa fórmula de Darren Hardy, a saber:
  • Pequeñas decisiones inteligentes + Perseverancia + Tiempo = Cambios radicales
  • En el caso de los estudiantes de idiomas, podría traducirse en:
  • Tomar la decisión de estudiar un idioma diez minutos al día + Hacerlo cada día + (por ejemplo) 90/180/360 días = Progreso radical.

Queda claro ahora que la decisión de estudiar durante esos aparentemente insignificantes diez minutos al día puede resultar en muchas horas de práctica y, en consecuencia, en un progreso increíble. Y lo bonito del efecto compuesto es que tiene la capacidad de producir resultados exponenciales. Si estudias durante 3 meses y notas que estás mejorando, estarás motivado para seguir y probablemente invertir más tiempo en la práctica del idioma.

Nuestras herramientas para sacar el máximo rendimiento de tu tiempo

Por supuesto, tienes que actuar de forma sensata y usar estas horas de la mejor manera. Sin duda sabrás (quizás por propia experiencia) que, en muchos países, la mayoría de los estudiantes no son capaces de hablar un idioma pese a haber hecho horas y horas de clases… Afortunadamente para ti, estás leyendo este artículo, donde vamos a darte consejos, herramientas y métodos para optimizar tus horas de estudio.

Con todos estos artículos y sus consejos, podrás escoger las mejores actividades para tu caso y, sobre todo, para tus objetivos. En función de estas actividades, también podrás distribuir tu tiempo de forma adaptada. Por último, para una mejor organización, no te pierdas nuestro artículo sobre cómo planificar el aprendizaje de un idioma.

Y nuestros consejos

  1. Tomar la decisión de estudiar el idioma en cuestión por lo menos 10 minutos al día.
  2. Ser constante y hacerlo cada día.
  3. Continuar a largo plazo, por ejemplo, durante 3, 6 o 12 meses.
  4. Aprovechar los resultados que el efecto compuesto puede tener sobre tus competencias lingüísticas.

Una última reflexión: se habla a menudo del efecto compuesto para explicar que, si ahorras dinero de forma regular, a largo plazo acabarás teniendo muchos ahorros. Pero, si lo piensas bien, tiene mucho más sentido invertir en aprender un idioma, ¡porque el saber y las habilidades que desarrolles estarán siempre contigo!