Espera un momento, probablemente pienses que la gramática italiana es difícil y aburrida. Pero en lugar de quedarte de brazos cruzados, déjanos explicarte por qué la gramática italiana es en realidad muy sencilla. Podrás ver que, adoptando el enfoque adecuado, aprender gramática italiana no sólo te resultará sencillo, ¡sino incluso entretenido! Descubre los consejos de Mara, en vídeo, para aprender rápidamente gramática italiana (¡y mejorar tu expresión oral!).

gramática italiana

Por qué la gramática italiana es fácil

Los consejos de Mara sobre la gramática italiana

¿Estás estudiando italiano? Si ya conoces un mínimo de vocabulario y algunas frases para defenderte oralmente, muy pronto necesitarás algunas reglas gramaticales básicas. De hecho, la gramática italiana te permitirá comprender mejor la formación de las frases, la concordancia entre nombres y adjetivos, la aplicación de la conjugación, etc. Aplicar las reglas gramaticales del italiano te permitirá progresar. Incluso en el caso de un aprendizaje totalmente autónomo.

En el siguiente vídeo, Mara comparte sus trucos para aprender la gramática italiana. El vídeo está en italiano, pero puedes activar los subtítulos en español u otros idiomas, haciendo clic sobre el engranaje de la parte inferior derecha del vídeo. Puedes verlo en YouTube o desde aquí mismo.

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8 trucos para aprender la gramática italiana

1. El italiano se escribe como se pronuncia

Una vez aprendido cómo se pronuncia cada letra, ya habrás hecho la mayor parte del trabajo. Y es que, como la española, la pronunciación italiana es muy regular. Por ejemplo, en la palabra «aereo» (avión) todas las vocales se pronuncian (¡y no son pocas!).

¿Quieres aprender a pronunciar palabras como «sci» (esquí), «chiesa» (iglesia), o «maglione» (jersey)? Los grupos de consonantes con una pronunciación particular son pocos, y sólo tienes que aprender cómo se pronuncian para no tener más problemas. En un próximo vídeo, te daré algunos trucos para aprender a pronunciar correctamente los sonidos italianos más complicados.

2. En italiano, la posición del acento es muy previsible

De hecho, si no se encuentra en la última sílaba,  se encontrará muy a menudo en la penúltima. Y aunque acentúes mal las palabras, los italianos te entenderán perfectamente, ¡así que no te preocupes!

3. Palabras masculinas y palabras femeninas

Afortunadamente, es muy fácil identificarlas.

  • Las palabras que terminan en «o» son generalmente masculinas. Por ejemplo, «il gioco» (el juego), «il libro» (el libro), «il mostro» (el monstruo).
  • Las palabras que terminan en «a» son por lo general femeninas. Por ejemplo, «la strada» (la carretera), «la vita» (la vida), «la casa» (la casa).

Por supuesto, hay excepciones, pero puedas irlas aprendiendo poco a poco. Lo importante es que con este truco cubres  el 80% de los casos.

4. El plural es muy sencillo

  • Las palabras que terminan por «o», por lo general masculinas, acaban en «i» en plural.
    Por ejemplo, «libro» -> «libri».
  • Las palabras que terminan por «a», generalmente, pues, femeninas, terminan por «e» en plural.
    Por ejemplo, «casa» -> «case».

5. ¡Palabras conocidas!

Otro truco útil: el italiano utiliza muchas palabras que ya conoces, porque son de origen extranjero. Y lo que es mejor, estas palabras no tienen forma plural en italiano, sino que permanecen tal cual. Por ejemplo:

  • «computer» en singular sigue siendo «computer» en plural,
  • «robot» en singular es igual, «robot», en plural,
  • «bus» en singular sigue siendo «bus» en plural.

6. Posición de las palabras

En italiano, no existen los casos como en alemán, griego o algunas lenguas eslavas. En estas lenguas, las palabras cambian en función de su posición dentro de la frase. En italiano, no. La palabra es siempre la misma. Si aprendes la palabra «libro», por ejemplo, puedes usarla siempre tal cual, en todas las situaciones, porque no cambia, siempre es «libro», o «libri» en plural.

7. ¡Presente para hablar de futuro!

Cuando se empieza a estudiar un idioma, una de las cosas que más miedo dan son los verbos. Lo más importante es empezar a hablar lo antes posible, aunque no conozcas todos los verbos ni todas las conjugaciones. Con tiempo y práctica, aprenderás a dominarlos. Una buena noticia: los italianos también utilizan el presente para hablar de acontecimientos futuros. Así que basta con conocer el presente para poder defenderte bien al principio.

En italiano, hay 3 tipos de verbos: los que acaban en «-are», los que acaban en «-ere» y los que acaban en «-ire». Pero los tres grupos se conjugan de la misma forma, así que poco a poco, con el uso, aprenderás a identificar estos modelos. Claro que también existen verbos irregulares, pero para empezar es mejor que te concentres en lo esencial, y todo irá bien.

8. Palabras sencillas

Un último aspecto menos relacionado con la gramática tiene que ver con las palabras. A diferencia de lenguas como el alemán o el ruso, memorizar las palabras italianas es bastante sencillo. Muchas palabras derivan del latín o del griego, así que se parecen a las de muchas otras lenguas. No hay palabras largas y difíciles de pronunciar o memorizar, como en alemán o en ruso.

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