El francés es fácil.

Sí, sabemos lo que estarás pensando… pero te podemos asegurar que, a pesar de la fama que tiene, aprender francés no es tan difícil como parece y se puede aprender fácilmente. Si acabas de empezar a estudiar francés es normal que te parezca complicado y que te sientas un poco desanimado, pero es normal. Esto nos pasará con cualquier idioma extranjero que empecemos a estudiar. Pero hoy queremos demostrarte que el francés no es tan difícil como pensamos, y para ello te vamos a dar varias razones.

¿Estás listo? ¡Vamos a ello!

francés es fácil

Por qué el francés es fácil

1. Se parece mucho al español

Tanto el francés como el español provienen del latín, por lo que no solo comparten el mismo alfabeto, sino que tienen muchas palabras que se escriben igual o casi igual. Esto facilita muchísimo la adquisición de vocabulario y la comprensión oral.

Veamos algunas palabras muy similares entre las dos lenguas:

  • jardín → jardin
  • venir → venir
  • avión → avion
  • hotel → hôtel
  • pie → pied
  • aprender → apprendre
  • restaurante → restaurant
  • cielo → ciel
  • botella → bouteille

Pero… ¡atención!

A pesar de compartir mucho vocabulario, también hay palabras que se escriben igual en las dos lenguas pero tienen significados totalmente diferentes. Son los llamados falsos amigos.

2. El género de las palabras

Hay lenguas, como el inglés, en las que los sustantivos no tienen género, es decir, no existen los nombres masculinos y femeninos. Pero tanto en francés como en español, sí. Y de hecho, el género de las palabras en francés coincide casi siempre con las del español (con algunas excepciones, claro). Así que, realmente, es un aspecto menos del que preocuparte.

3. Menos tiempos verbales

En español tenemos bastantes tiempos verbales para referirnos al pasado: pretérito perfecto (he estado, has ido…); pretérito indefinido (trabajé, comiste…); imperfecto (viajaba, estudiaban…), entre otros.

La buena noticia es que en francés usamos siempre el mismo tiempo, el passé composé (J’ai mangé). También usamos el imperfecto, pero su uso es exactamente el mismo que en español.

4. La conjugación y su pronunciación

Muchos estudiantes del francés se asustan cuando ven la conjugación de los verbos. Y sí, los verbos en francés se conjugan de la misma forma que los españoles: con diferentes terminaciones para cada persona. Pero, ¿quieres saber la buena noticia? En francés hay una diferencia abismal entre la forma escrita y la forma oral.

Esto quiere decir que, aunque las diferentes formas verbales se escriban diferente, muchas (las que corresponden a la primera, segunda y tercera forma del singular y la tercera forma del plural) se pronuncian igual. Veamos un ejemplo con el verbo manger (comer):

Je mange / tu manges / il mange / nous mangeons / vous mangez / ils mangent

Todas las formas tienen terminaciones diferentes, sin embargo, las formas de je, tu, il y ils se pronuncian igual. Esto sucede normalmente con los verbos regulares terminados en -er.

Si a esto le añades el hecho de que muchas veces usamos la forma on (conjugada como il/elle) en sustitución de nous, nos quedamos con un verbo en el que todas las formas se pronuncian igual menos vous.

5. Hay un solo verbo para SER y ESTAR

Una de las mayores dificultades con la que se encuentran los estudiantes de español es la existencia de los verbos SER y ESTAR con sus distintos usos y significados.

Lo bueno aquí es que el francés, al igual que el inglés, solo tiene un verbo para todos estos significados: Être.

6. El famoso y temido subjuntivo

Los hablantes de español no somos conscientes, muchas veces, de la dificultad que supone este tiempo verbal para los hablantes no nativos.

El francés también cuenta con el modo subjuntivo y sus distintos tiempos verbales. Sin embargo, así como en español los usamos todos muy a menudo, en francés se usa siempre el Presente de Subjuntivo.

7. Todo es cuestión de actitud

La mayoría de las veces, la diferencia entre la persona que tiene éxito en el aprendizaje y la que no es la actitud.

Una persona con una buena actitud frente al estudio de una lengua extranjera es una persona motivada, con un objetivo fuerte y definido, que no se desanima frente a los obstáculos, que no se compara con los demás y que, sobre todo, no tiene miedo.

Si quieres darle un empujón a tu proceso de aprendizaje, puedes acceder a nuestro manual de conversación en francés o leer este artículo sobre expresiones en francés que te ayudarán a hablar como un nativo.

Esperamos que te sientas más animado y motivado para empezar o seguir estudiando esta bonita lengua descrita como la lengua del amor.

¡Hasta pronto!